Aprenderás un método con reglas mnemotécnicas aplicables a diversos materiales de estudio, y que en ningún caso interfieren con el hecho esencial del aprendizaje: la comprensión.
Son principios que facilitan enormemente el registro, la retención, la organización y la memorización de datos e imágenes.
Todos implican abandonar el carácter pasivo y automático del registro habitual, participando activamente en el mismo. Cuanto más divertidas, creativas y personales puedas hacerlas, más efectivas se volverán.
Aprenderás muchas de ellas, aplicables a distintos materiales y situaciones.
Antes de sumergirnos en el aprendizaje de las reglas mnemotécnicas, vamos a realizar una prueba respecto a tu capacidad de memoria actual.
Lee y relee atentamente cada palabra de la lista durante un minuto, luego deja de mirar la lista y coloca, en una hoja de papel, todas las palabras que te acuerdes, sea cual sea el orden en el que te vienen a la mente, y suma las respuestas.
Procúrate un objeto para tapar las líneas una detrás de otra.
Lee, una a una, la cifra de cada línea, durante unos segundos, hasta que sientas, que tapándola, puedes reproducirla en una hoja.
Ahora, para conocer tu capacidad para memorizar cifras, busca la última línea que corresponda a una respuesta exacta y cuenta el número de cifras que recordaste: tu capacidad será, por ejemplo, de 7 si los errores empiezan a partir de la línea con 8 cifras. Anota la cantidad de cifras correctas recordadas.
Mira durante dos minutos todos los dibujos que se encuentran a continuación, y luego, en una hoja, trata de recordarlos uno por uno escribiendo las palabras que los designan.
Este ejercicio es un poco más difícil que los anteriores, ya que se trata de recordar vínculos o asociaciones entre dos datos: un número y una palabra.
Durante dos minutos, mira esta lista e intenta grabar en tu mente cada palabra asociada a su número, es decir, debes procurar la retención del orden que tiene cada palabra en la lista, luego tendrás que tapa la listar e intentar reproducir, en el orden correcto, las palabras que recuerdes. (Trata de poner la mayor cantidad posible, aunque tengas que saltearte algunas. Valdrán todas las que estén en el orden correcto, a pesar de que haya lagunas en tu lista). Tendrás que escribir, de antemano, en una hoja, los números del 1 al 20 para luego colocar las palabras. Anota también el resultado final de la cantidad palabras recordadas, pero también el de aciertos exactos (palabras colocadas en el orden exacto).
Si quieres comprobar tu capacidad de memoria auditiva, deberás pedirle a un familiar, amigo/a o compañero/a que te lea, con una frecuencia de cinco segundos, cada una de las palabras que se encuentran en el cuadro que sigue, y luego intentarás recordar todas las que puedas, escribiéndolas en una hoja, y registrando la cantidad de palabras recordadas, así como los aciertos por recordarlas en el orden correcto.
Luego, en una hoja, puedes anotar prolijamente los resultados generales alcanzados, y guardarlos para cotejarlos más adelante. Aquí un modelo:
RESULTADOS GENERALES
Los resultados que hayas alcanzado ahora, te servirán para compararlos, más adelante, con el promedio general de otros ejercicios, ¡y te sorprenderás con tu nueva capacidad de memoria, al aplicar las reglas mnemotécnicas.
Para qué nos sirve conocer algunas claves acerca del proceso de la memoria, antes de comenzar la ejercitación.
El músico que sabe perfectamente cómo funciona su instrumento tiene mayores posibilidades de extraer los mejores sonidos y de expresar las emociones más profundas que él se limita a tocar.
Todo estudiante sabe que no basta aprender, sino que es necesario no olvidar.
El olvido no se debe, como antes se creía a una lenta y natural debilitación y desaparición de las huellas constituyentes del recuerdo. En realidad, los factores de que depende son múltiples.
Entre estos vamos a mencionar:
Todo fortalecimiento de la memoria consiste en mejorar LOS MÉTODOS HABITUALES DE REGISTRAR LOS HECHOS, métodos que se dividen en:
Consisten en la intensificación y repetición de lo que ha de ser recordado. El método de enseñar a los niños a leer ante la pizarra, con lo que cada palabra queda impresa siguiendo las cuatro vías, vista, oído, voz y mano, es ejemplo del método mecánico perfeccionado para memorizar.
LOS MÉTODOS RACIONALES de recordar las cosas no consisten sino en seguir las vías lógicas de concebir las cosas, disponiéndolas según sistemas racionales, clasificándolas, analizándolas en partes, etc.
Para fortalecer la memoria, lo ideal es combinar los tres en este orden:
Intenta retener una serie de números que alguien te dicte a una velocidad aproximada de un dígito por segundo. Te darás cuenta de que tu capacidad de memoria no va más allá de los siete dígitos, o hasta doce si tu memoria ha seguido ejercicios de entrenamiento; pero a partir de esa cantidad, irá olvidando los primeros si quiere incorporar a la lista los nuevos números.
Si en lugar de repetirlos inmediatamente mientras te los dictan, dejas pasar algunos minutos, observarás que la cantidad de dígitos que puedes recordar es sensiblemente menor.
Prueba a consolidar el recuerdo. Estudia la lista de números escritos en un papel, durante cinco minutos, y repítelos con posterioridad.
Verás cómo, de esta forma, podrás recordarlos mucho mejor que antes.
Quizás te preguntarás el por qué de la existencia de un tipo de memoria que olvide tan fácilmente, cuando tus preocupaciones vienen dadas precisamente por las dificultades de recordar, y lo que pretendes es recordar más, mejor y durante más tiempo. Sin embargo, este tipo de memoria es necesaria y tiene su utilidad.
Se han inventado muchos procedimientos ingeniosos, llamados mnemotécnicos; mediante los cuales es posible retener hechos completamente inconexos, listas de nombres, números, etc., en tal considerable cantidad que muchas veces da lugar a una capacidad difícil de creer.
Las ‘leyes naturales de la recordación’ son muy sencillas. Son sólo tres. Todos los llamados sistemas mnemotécnicos se han fundado sobre la base de ellas:
Las investigaciones actuales sostienen que existen al menos tres clases de memoria:
El proceso de la memoria puede ser representado a través del siguiente cuadro:
Es fundamental aprender a transferir contenidos de la memoria de Corto Plazo a la de Largo Plazo.
Teniendo en cuenta que la primera se borra en un minuto, aproximadamente, si lo que detectamos nos interesa, debemos producir la comunicación de los dos sistemas.
Respecto a los tipos de memoria, aparecen muchas variantes; algunas personas tienen una memoria principalmente:
Nuestra memoria es como un gran armario o archivador, en el que es evidente que encontraremos mejor las cosas si las tenemos ordenadas de una forma lógica, dividiendo la información en ‘distintos cajones’ (categorías, grupos, etc.), aun cuando las propias reglas mnemotécnicas serán más efectivas en la medida en que sean más creativas (y por lo tanto, a veces alejadas de la lógica).
Una analogía actual del orden en la memoria, es, por ejemplo, la creación de carpetas (directorios y subdirectorios) en el programa Windows, sistema que nos permite una rápida localización y utilización de la información guardada.
De paso, recordemos que la capacidad de almacenamiento de esa maravillosa máquina que es la PC, se llama, justamente, memoria.
LA GRAN DIFERENCIA ENTRE LA MEMORIA ARTIFICIAL Y NUESTRA MEMORIA, RADICA EN QUE LAS PERSONAS RECORDAREMOS MÁS Y MEJOR AQUELLO QUE COMPRENDEMOS.
La expresión ‘ver con los ojos de la mente’ ilustra bien esta habilidad. Pues esto es exactamente lo que usted hace con su memoria al grabar surcos perdurables en su cerebro. Hay algunas estrategias que usted puede aprender. Le ayudarán a hacer aún más vívidas sus imágenes mentales y a recordarlas más fácilmente.
Las reglas para perfeccionar la memoria enunciadas por los griegos responden casi con exactitud a la información descubierta en los últimos tiempos acerca de los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo. Sin disponer de una base científica, los griegos se dieron cuenta de que para recordar como es debido, es necesario utilizar todos los aspectos de nuestra mente.
Para recordar con eficacia, tenemos que incluir en nuestro ámbito mental de asociaciones y enlaces, los siguientes elementos:
Las reglas para perfeccionar la memoria enunciadas por los griegos responden casi con exactitud a la información descubierta en los últimos tiempos acerca de los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo. Sin disponer de una base científica, los griegos se dieron cuenta de que para recordar como es debido, es necesario utilizar todos los aspectos de nuestra mente.
Las iremos aplicando en las estrategias de la Cadena, el método Alfanumérico, y el sistema de los Loci . Todos ellos, aunque se basan en diferentes principios, requieren del ejercicio de tu imaginación.
Rompamos con el mito de que sólo se olvida lo que se aprendió con la memoria del loro: ¡hasta la comprensión también se olvida!
La comprensión de un texto, de una clase o de una conferencia, es una condición necesaria para el recuerdo... pero no una condición suficiente.
"¿Recuerdas lo que dijo?". "No", contesta la mayoría, “pero era muy interesante”. Solemos recordar nuestras sensaciones y emociones con mayor prolijidad; las ideas -sobre todo si son complejas- se van con quien las enunció (hablando o por escrito).
No se requiere ser pintor o frecuentador de las artes plásticas. Todos tenemos esta propensión biológica. Las imágenes nos llaman y nos seducen, luego es lógico que sean mejor recordadas que las palabras, los sonidos o los olores. El truco, en lo que se refiere al mayor nivel de recordación posible, es:
Traducir los conceptos abstractos a imágenes.
Para memorizar listas de elementos
El sistema de la cadena o del enlace es el más elemental de todos los sistemas mnemotécnicos, y te proporcionará una base con la que te será muy fácil aprender los sistemas mnemotécnicos más avanzados.
Se utiliza para memorizar listas cortas de elementos, en las que cada elemento deberá ser ligado o asociado con el siguiente. Asociar o ligar un elemento con otro es lo que aumenta el nivel de recordación.
El método de la cadena o de enganche es sumamente sencillo, aunque su práctica y utilidad no tiene límites.
Usaremos como ejemplo una cadena arbitraria de elementos.
Primero intenta recordar esta lista en orden, de manera convencional, y registra tus aciertos en una hoja.
Existen tres métodos para representar una palabra, según ésta sea:.
“No existe una capacidad natural de memorización, pero sí existe una capacidad de aprendizaje que dependerá en gran medida de la riqueza de conocimientos anteriores, almacenados en la memoria a largo plazo”. Alain Lieury
Sirve para recordar números o fechas.
Como todo comienza con la estimulación, para aprender este nuevo método, busca algo que te interese; elije una cifra cualquiera que siempre hayas querido recordar.
El sistema más conocido es el de la descomposición: dividimos el objeto a memorizar en varias partes, para que así sea más fácil su retención. Pues la mente registra mejor las unidades de información pequeñas, para luego poder combinarlas.
También da buen resultado visualizar la cifra; para aquellos que han desarrollado bien esta capacidad.
Pero ahora te propondremos un MÉTODO DISTINTO Y ALTAMENTE EFECTIVO.
• Le daremos una palabra fija a cada número.
• Formaremos un código.
Primero, reemplazaremos los números simples, con una consonante. Ejemplo: el cero con la letra r.
1. El paso inicial es la observación.
2. Si no hay interés o motivación, dejamos pasar el estímulo sin registrarlo en la memoria.
3. Según nuestro interés, el registro de una experiencia puede ser consciente o inconsciente.
4. Existen técnicas de observación que pueden regular este proceso para que nuestra atención sea predominantemente consciente.
Esta técnica de observación, introduce en el sistema de la memoria un método:
• de observación
• de análisis de la situación
• y un plan de acción.
sin dejar de lado el inconsciente, al que se lo ubicará como aliado del sistema.
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